Empezar aquí
Un hombre de religión no busca a Dios. El hombre religioso está
involucrado en la transformación de la sociedad, porque el mismo es
sociedad. El hombre religioso no es el hombre que practica innumerables
rituales, que sigue tradiciones, que vive en una cultura muerta, ya
pasada, explicando incesantemente el significado del Bhagavad Gita o la
Biblia, en medio de cánticos y de renuncias - eso no es un hombre
religioso; un hombre de este tipo está escapando de los hechos. El
hombre religioso está vinculado por completo con la comprensión de la
sociedad, porque el mismo es sociedad. No se encuentra separado de ella.
Consiguiendo en si mismo una total y completa mutación que implique el
cese de la codicia, la envidia, la ambición; de este modo se vuelve
independiente de las circunstancias - los alimentos que toma, los libros
que lee, los cines a los que acude, los dogmas religiosos, creencias,
rituales y todo lo demás. Es responsable, y de hecho el hombre religioso
debe comprenderse primero a sí mismo, que es un producto de la sociedad
que él mismo ha creado. De este modo, para descubrir la realidad debe
empezar aquí y ahora, no en un templo, no en una imagen, ya sea
esculpida por la mano del hombre o por la mente. Si no es así, ¿como
podría descubrir algo totalmente nuevo, un nuevo status?